Carlo Carrà (1881–1966)

Carlo Carrà fue un pintor italiano, conocido por ser una figura clave en el desarrollo del futurismo y el arte metafísico. Nació el 11 de febrero de 1881 en Quargnento, Italia, y comenzó su carrera como decorador y muralista antes de trasladarse a Milán para estudiar en la Accademia di Brera, donde entró en contacto con las vanguardias artísticas de principios del siglo XX. En 1910, Carrà fue uno de los firmantes del Manifiesto Futurista, junto con Umberto Boccioni y Gino Severini. Su primera etapa futurista está marcada por el uso de líneas diagonales, composiciones dinámicas y colores intensos que buscan transmitir la sensación de velocidad y movimiento, como en «Funeral de un anarquista» (1911), donde las formas geométricas y las líneas de fuerza reflejan la energía y el caos de una manifestación política. La obra combina el fragmento y el dinamismo, influenciado por el cubismo y el divisionismo, pero reinterpretado desde una óptica radicalmente moderna.

Sin embargo, hacia 1917, Carrà abandonó el futurismo y fue influenciado por el arte de Giorgio de Chirico, lo que marcó el inicio de su etapa metafísica. Obras como «La musa metafísica» (1917) y «La casa roja» (1920) reflejan una atmósfera enigmática y estática, donde las formas arquitectónicas simples, las sombras largas y los objetos cotidianos (maniquíes, frutas, instrumentos) aparecen organizados en composiciones silenciosas e inquietantes. Carrà exploraba la relación entre los objetos y el espacio, creando una sensación de vacío y misterio que anticipa el surrealismo. En la década de 1920, evolucionó hacia un estilo más clásico, con influencias del arte renacentista y una mayor estabilidad compositiva, pero mantuvo el interés por la luz y la atmósfera simbólica. Una curiosidad sobre Carrà es que fue también un teórico del arte, escribiendo ensayos sobre el futurismo y el arte metafísico, y defendiendo una vuelta a la tradición italiana dentro de un marco moderno. Murió en Milán en 1966, dejando un legado artístico que refleja la transición entre la modernidad radical y la búsqueda de orden y clasicismo en el arte europeo. Las etiquetas que mejor describen su obra son futurismo dinámico y metafísica simbólica.